María Luz Gil
Buenos Aires, 1946
Vive y trabaja en Buenos Aires

“A lo largo de la historia el hombre he tratado de representar lo que lo rodea de distintas maneras, aplicando para ello una gran variedad de técnicas y soportes.

Como estudiante en la escuela de Bellas Artes me interesé especialmente en el color y la forma. Mis primeros trabajos en pintura fueron geométricos. Sin embargo, siempre intenté expandir mis conocimientos de la pintura y llevarla al espacio. Con el tiempo fui incorporando nuevos lenguajes como el video, la fotografía y las instalaciones. Las primeras video instalaciones mostraron mi interés por el sujeto, la perfomance y la naturaleza, como una manera de humanizar el lenguaje de la geometría. Nunca abandoné la pintura, pues es allí donde lo individual, a través del gesto, toma vida.

Me gusta trabajar en la naturaleza, borrar las fronteras entre lo público y lo privado, la figuración y la abstracción. En un paisaje, que cambia continuamente, hay algo que permanece y yo intento ordenarlo con la geometría. En un juego de contrarios busco señalar lo artificioso en oposición a lo natural y cómo la figuración puede convivir con la abstracción de manera que dialoguen en un nuevo universo de significado. A su vez, la instalación tiene un carácter efímero, este aspecto que tiene que ver con el tiempo de exhibición es algo que también está pensado en mi obra, donde la imagen fluye y el tiempo es indeterminado.

En mis trabajos digitales tomo como punto de inspiración el píxel de la fotografía y con ese dato realizo mis composiciones sobre paisajes, personas y objetos. Así pues, parto de la realidad para configurar un mundo diferente.

Trabajo a partir de la intuición, de los encuentros casuales, del entorno, lecturas y momentos de reflexión. Utilizo la diversidad del medio, pero siempre en función de una idea o un concepto. Cada persona tiene un vocabulario con el cual se expresa mejor, yo percibo el color y la geometría como preocupaciones constantes en mi trabajo. ”

María Luz Gil, 2019